lunes, 21 de marzo de 2011

Burbujas en la niebla: embalses de Mediano y El Grado

“Oscuridad, frío y turbidez bajo la mirada sombría de las montañas. Algo tienen, sin duda, las aguas de los embalses que parecen convertirlas en una de las fronteras a superar por una mayoría de los buceadores deportivos. Quizá sean los ecos fantasmales de los pueblos engullidos por sus aguas, o quizá sean las historias repetidas de boca en boca acerca de gigantescos siluros de más de dos metros que merodean por sus fondos o, tal vez incluso, el recuerdo de los buceadores fallecidos en algunos de estos lagos artificiales lo que haga que el mero hecho de proponer una inmersión en un pantano suscite todas clase de sentimientos enfrentados dentro del grupo de buceadores.”

Así comienza un reportaje publicado en la web Zaragoza Club Odisea, un club aragonés de buceo deportivo y científico titulado “Burbujas en la niebla: embalses de Mediano y El Grado” donde entran en la magia y los peligros del buceo en las frías y opacas aguas de los pantanos del pirineo, no olvidemos que las aguas provienen del deshielo, y cuya lectura recomendamos (LINK).

“Sin duda, el primer factor a tener en cuenta es la escasa visibilidad que suele haber en sus aguas. Esto es debido a la gran carga de sedimentos que transportan aguas abajo los ríos bravos de montañas, y los embalses, donde el agua pierde casi toda su energía cinética, son lugares donde se produce la decantación de todos los materiales de tamaño limoso y arcilloso transportados en suspensión. La visión limitada supone siempre una fuente de riesgo potencial tanto desde el punto de vista psicológico como desde el puramente dinámico”

El mayor peligro que encierran, y que son causa de la mayoría de accidentes que se han producido en ellos, es la gran profundidad que llegan a alcanzar en su parte mas profunda. En las zonas centrales alejadas de las orillas es donde la sensación de lo que os buceadores llaman blue out o muro azul, una perdida completa de la orientación, sensación de profundidad y una fuerte sensación mental de abandono debido en parte a la mala visibilidad.

Igualmente peligros son los mecanismos colectores de agua. Como uno se puede imaginar, es importante conocer donde están y evitar bucear en sus proximidades.

Como dato característico del aprecio que le tienen los buceadores al Pantano del Grado, existe una pequeña talla de la Virgen del Pilar junto a los muros, a unos 25 m de profundidad, en recuerdo de los buceadores fallecidos en este embalse. Los buceadores que la visitan suelen depositar en un cepillo que hay junto a la imagen algunas monedas a modo de ofrenda.

1 comentario:

  1. buf yo no he buceado en mi vida, pero que miedo da eh... teneis unos cojones enormes, felicidades

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