domingo, 15 de julio de 2012

Historia de la Electricidad en Artasona

José Antonio Cubero Guardiola ha reunido una ingente cantidad de información sobre todo lo relacionado con la historia de la hidroelectricidad en el Altoaragón y que publica en el blog de La Central Hidroeléctrica de Seira. Una bitácora similar a la nuestra que pretende homenajear a todos aquellos que, con su trabajo, consiguieron construir esa maravilla de la tecnología que es la central de Seira.



Encontramos en uno de los artículos escritos por Jose Antonio, Josan, una referencia muy bien documentada sobre los primeros trabajos de electrificación de los pueblos del Somontano referenciando explícitamente nuestro pueblo. A continuación paso a reproducir parcialmente el artículo. Muy recomendable la lectura de su blog, seguir el LINK del articulo completo donde detalla la historia completa y detallada de las primeras instalaciones eléctricas del Somontano.



Agradecer a Josan por permitirme reproducir parte de su trabajo (en cursiva) y, aprovechando la coyuntura, si os ha picado el gusanillo tras ojear el Blog de la Central Hidroeléctrica de Seira, recordaros que en Seira se puede visitar el Museo de la Electricidad donde se puede aprender mucho más sobre los orígenes de la estructura hidroeléctrica de nuestras montañas.




A principio del siglo XX la situación del Somontano, como del resto de España, no era demasiado halagüeña. La resaca nacional, y el endeudamiento, que provocó la guerra de Cuba, unida a la sequía que asola los campos y la filoxera –venida de Francia–, completan el triste cuadro. La población desesperada debe emigrar y los trabajos, muchas veces iniciados para evitar disturbios, son escasos.

A comienzos del siglo XX una parte de los molinos harineros del alto Aragón sirvieron como fábricas de electricidad, promovidas por pequeñas sociedades y particulares.

«La Eléctrica» en el molino de Boltaña, o «Fuerzas Eléctricas del Ara» en el de Guaso sirven de ejemplo a muchos nombres que mostraban confianza en el progreso. Siendo así que en la década de los 30 pocas aldeas quedaban sin electrificar, aunque fuera de manera precaria. Pero la sociedad industrial urbana demandaba energía eléctrica en mayores cantidades.

En Barbastro la empresa “Hijos de Palá”, desde el molino de Enate, y Pablo Sánchez, a partir del “antiguo molino llamado de Fonz”, son los primeros en utilizar el “fluido eléctrico” en la zona al instalar el alumbrado eléctrico en 1891. Las líneas de alta tensión lo transportan hasta un transformador situado en las cercanías de la ciudad.

En 1914 Celso Joaniquet Pons, nacido en el ribagorzano pueblo de Forcat, vinculado por interesantísimas razones e historias al mundo de la hidroelectricidad, compra el molino de El Grado y su “concesión para transporte de energía eléctrica” a D. Jorge Sichar. Y desde este molino comienza a extender redes a 3.000 voltios a los pueblos de los alrededores.



Celso Joaniquet es el propietario de “Riegos y Fuerzas del Cinca” -ambicioso nombre inspirado en Riegos y Fuerzas del Ebro-. Riegos es la empresa que gestiona el molino de El Grado y da servicio de alumbrado a Bolturina, Secastilla, Artasona, por un lado, y Naval, Coscujuela de Fantova, Costean y Cregenzan por el otro.

(Molino de El Grado)

Sus tarifas son muy caras y el año 1923 cobra 3,90 pesetas por UNA bombilla (de 16 bujías) al mes (11).


Es en junio del 1936 cuando Joaniquet intenta unir, mediante una línea, el molino de El Grado con el del molino de Enate (15). Comienza la guerra civil y su proyecto se queda estancado hasta que termina la contienda.




La empresa de Joaniquet “no es demasiado escrupulosa” con la normativa y no le conceden el permiso de explotación de las líneas que proyectó instalar en 1929. Pero él las ha instalado, las explota y después de numerosos requerimientos pasará la revisión el año 1942.


En los años cincuenta, Eléctricas Reunidas de Zaragoza ERZ está en expansión. En 1962 Hidroeléctrica de Huesca instala desde la red de ERZ, en Pertusa, una línea para abastecer las obras que AUXINI va a realizar para construir la presa del Grado y el canal del Cinca. Sus líneas pasan junto aquellas que instaló Joaniquet, y, poco a poco, las sustituirán. Por otro lado Cooperativa –su competidora en la zona- extiende también sus redes y más tarde Hidroeléctrica de Cataluña se encargará de ellas. Pero al margen de grandes líneas y de poderosas empresas que han cambiado la forma de vender electricidad, las pequeñas centrales se paran, una tras otra, para siempre…




Epílogo


Tristes molinos abandonados observan como las aguas de acequias y ríos pasan a su lado sin mover sus ruedas. Un afortunado día vieron llegar “la luz eléctrica” y su agonía se prolongó durante unos breves años. Ahora algunos muestran sus piezas relucientes tras su restauración, pero muchos desfallecieron en el camino; hundido su techo y enterrada su maquinaria –que tantos esfuerzos evitó a sus vecinos- sin que nadie los recuerde. Gracias a ellos la “luz” llegó a muchas pequeñas poblaciones como Artasona; ahora –genética ingratitud aragonesa- descansan en paz




Archivos Fotográficos:


Archivo Histórico Provincial de Huesca, Obras públicas.

Blog de la Asociación de Vecinos y Amigos de El Grado: Fotos Molino de El Grado

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